El maestro Juan Vásquez, presidente de la Asociación Latinoamericana de Tai Chi Chuan, estuvo en la UDEP para explicar los beneficios, físicos y espirituales, de practicar este arte marcial chino.
Por Javier Paico. 17 septiembre, 2014.En el marco de las actividades por su quinto aniversario, el Instituto Confucio de la Universidad de Piura presentó una conferencia y demostración de Tai Chi a cargo del maestro Juan Vásquez, presidente y director técnico de la Asociación Latinoamericana de Tai Chi Chuan, estilo Chen, quien tiene más de 42 años de experiencia.
El maestro Vásquez, discípulo directo del gran maestro Chen Zhenglei, explicó que el Tai Chi es un arte marcial y una rama del Confu, que utiliza la fuerza del espíritu y la concentración mental. “El Tai Chi se basa en el ying y el yang, por eso se realiza con movimientos lentos y veloces, relajados y explosivo”, expresó.
Como arte marcial, es una rama del Kung Fu interno, cuya práctica a mediano o largo plazo, lo convierte en un método de defensa personal. A diferencia de otras artes marciales, el Tai Chi Chuan es un entrenamiento para el combate, que evita que los practicantes se puedan hacer daño entre sí. Además, como la practica del Tai Chi Chuan conduce al desarrollo de la fuerza interna y mejora el nivel de energía vital, es un complemento para cualquier arte marcial, deporte o actividad intelectual.
Salud y estudio
Señaló que el Tai Chi proporciona beneficios a la salud, en virtud a una práctica basada en tres conceptos fundamentales: un alto grado de concentración, con la mente libre de distracciones; movimientos pausados y, a veces, rápidos y continuos; y una respiración natural.
“La práctica regular del Tai Chi, bajo estos conceptos, da como resultado una serie de beneficios, basados en la circulación armónica de la energía por los canales, llamados meridianos, que recorren todo el cuerpo humano, estimulando el buen funcionamiento de los principales órganos”, indicó.
Así, se produce un incremento, saludable y controlado, del suministro de la sangre a las arterias coronarias y oxígeno a los tejidos. Contribuye a una menor incidencia de hipertensión y arteriosclerosis. Asimismo, aumenta la elasticidad de los tejidos pulmonares y la capacidad de ventilación de los pulmones.
Del mismo modo, se produce el fortalecimiento de huesos, músculos y articulaciones. Además, por la sucesión de movimientos de tipo circular, girando sobre la cintura y la zona lumbar, tonifica la estructura de la columna vertebral, eje del sistema locomotor.
Por otro lado, el maestro Vásquez manifestó que cuando llegó por primera vez al Japón, para hacer un postgrado en Business Administration, la enorme barrera del idioma y el altísimo nivel académico de la universidad japonesa hicieron que sus primeras calificaciones sean malas.
“Cualquiera se hubiera desanimado por completo. Felizmente ya tenía seis años haciendo Tai Chi y mi maestro me aconsejó que practicara con mayor intensidad para superar el problema. Grande fue mi alegría cuando empecé a mejorar paulatinamente, hasta llegar a graduarme con las más altas calificaciones y dominando por completo un idioma tan difícil como el japonés. Mi maestro explicó con sencillez lo ocurrido: Con el Tai Chi ha mejorado la circulación de la sangre y la energía al cerebro, más la concentración y tu gran deseo de superación, ya ves los resultados”